Fotogramas de El
Gabinete del Dr. Caligari (Robert Wiene, 1920),
con el actor alemán Conrad Veidt interpretando a Cesare
en estado de hipnosis.
Fotos: Carmen del Puerto.
Abrí los ojos porque
así me lo habían ordenado y abandoné mi frágil ataúd de madera. Supuestamente
dormía entre aquellos tablones carcomidos. Pero lo cierto es que no sabía si
estaba vivo o muerto. Sin movilidad, sin respiración, sin pulso. No respondía a
los estímulos. Sólo al oír su voz mi cuerpo obedeció ciegamente, como en ocasiones
anteriores. En apariencia desperté de mi estado catatónico, recuperando la
movilidad del cuerpo, aunque actuando como un sonámbulo, con la espalda rígida y sin
conciencia. Al caer la noche, ejecuté las órdenes del doctor, una acción
criminal nuevamente. Hipnoticé a mi víctima. Imposible resistirse a un rostro
tan demacrado, a una mirada tan diabólica y a unas ojeras tan oscuras. Y entonces
mis largas y huesudas manos te estrangularon.
Mesmer en la medicina,
un tal P. (intuyo que Poe) en la literatura, Caligari en el cine y Estromg en
la televisión… Todos ellos creyeron en el “magnetismo animal”, en la capacidad
de la hipnosis como técnica terapéutica o inductora de comportamientos poco
éticos, cuando no delitos propiamente. Con todos ellos he experimentado el
suspense y el miedo a lo sobrenatural, se me ha erizado la piel, me he mordido
las uñas y he tenido espantosas pesadillas. ¡Cuánto debe mi imaginación a las
grandes obras del género de terror!
“El caso del Sr.
Valdemar”, episodio de la serie “Historias para no dormir”, de Narciso Ibáñez
Serrador, basado en un relato de Edgar Alan Poe (versión realizada en 1982 del programa
emitido en 1966):
No hay comentarios:
Publicar un comentario